RADIESTESIA

 

EL BUEN SITIO

 

Existe otra manera de prospectar distinta a la tradicional. En esta última se busca el sitio libre de geopatías marcando en el suelo las líneas de las distintas redes y demás alteraciones nocivas para la salud; los sitios sin alteraciones, es decir, los espacios neutros con una calidad biótica constante, son los ideales para la ubicación de las camas, mesas de estudio o trabajo, sofás, etc.

 

Cuando hablamos del BUEN SITIO, no nos referimos a la zona neutra de la red Hartmann. Para el Buen Sitio que relatamos, la reticula Hartmann no es excesivamente importante (unicamente en las lineas de 2º, 3º y 4º orden). La zona neutra de la reticula diagonal Curry si que es significativa, pero no del todo suficiente.

 

La búsqueda del buen sitio fue implantada por la destacada geobióloga austriaca Käthe Bachler.

 

En su dilatada carrera profesional llegó a prospectar más de 3000 viviendas centrando su atención especialmente en las corrientes de agua subterráneas y en la red Curry. Estuvo retirada de su profesión durante un año por prescripción médica; en 1980 visitó el santuario de Ntra. Sra. de Fátima en Portugal y, según cuenta, una experiencia reveladora la llevó a la búsqueda directa del buen sitio, sin desvitalizarse al prospectar las distintas geopatías.

 

El intenso e interesante trabajo de Käthe Bachler está recogido en sus libros “Experiencias de una radiestesista” y

“El buen sitio”.

La búsqueda directa del buen sitio no es una quimera, consiste en la prospección del terreno neutro directamente, sin tener que marcar las distintas geopatías.

 

Para ello el prospector se debe codificar mentalmente a la inversa, es decir, para detectar las zonas neutras. Yo utilizo las dos dependiendo de cuál sea el resultado que busque.

 

La búsqueda del buen sitio es menos agresiva para el cliente, porque este se asusta al comprobar los pocos espacios neutros que hay en su casa, y también para el prospector, porque es menos agresiva para su salud.

 

Yo particularmente soy partidario del método tradicional. ¿Por qué? Imaginemos que en nuestra vivienda tenemos una corriente de agua subterránea, o una chimenea cosmotelúrica; con el buen sitio, las evitaremos en nuestra cama, pero nos quedaremos sin saber dónde están, y entiendo que esto es necesario para poder evitarlas en el quehacer diario.

 

Imaginemos que buscamos el buen sitio en un sofá de tres plazas y nos marca una de ellas, ¿qué hacemos con las otras dos?; pueden tener una línea Curry, por ejemplo, o un Punto Estrella (que es una geopatía bastante agresiva).

 

Una prospección tradicional es como una radiografía de nuestra vivienda al completo, y con el buen sitio solo tendremos la radiografía de los puntos más importantes de la misma; es como si nos hiciésemos un examen exhaustivo solo del corazón y pasáramos por alto un tumor en cualquier otro punto del cuerpo.

 

 

 

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